VIAJA Y NO LO ESCRIBAS

CAROLINA JIMÉNEZ

Viaja y no lo escribas es un cuento apócrifo que Robert Derain atribuye a Rita Malú, según cuenta Enrique Vila-Matas en Bartleby y compañía. El protagonista del cuento es un escritor de viajes que visita la India y conoce a un viejo peregrino que le lee su destino. Después de ese encuentro, el escritor extranjero ya no vuelve a escribir nunca más.

 

Tanto Robert Derain como Rita Malú son dos personajes ficticios inventados por Vila-Matas que encarnarían a dos escritores del ‘no’, dos enfermos del ‘síndrome de Bartleby’, de la literatura de la negociación, de la renuncia de la escritura.

 

Fue también un escritor de viajes (esta vez no ficticio) el que originó el ensayo de 1939 de Walter Benjamin titulado El narrador. El autor alemán repasa un compendio de relatos breves de Nikolái Leskov (1831-1895) que, narrados siempre desde la vivencia y el conocimiento directo, se aproximan más a la figura del cronista –aquél que narra a partir de lo conocido- que a la del novelista –aquél que tiene capacidad de inventar historias al margen de la experiencia-. Partiendo de la premisa benjaminiana de la perdida de valor de la experiencia, Viaja y no lo escribas plantea una reivindicación de formas específicas de relato a través de las prácticas artísticas contemporáneas. Crear y recrear, transformar la situación, participar activamente en el proceso; eso es resistir.1

 

Este proyecto invita a dar un paseo por una serie de relatos posibles (o no), narrativas insólitas y lecturas anómalas, en contra de lógicas convenientes y convenidas. Viaja y no lo escribas reúne a artistas cuyos planteamientos profundizan en torno a la idea de la narración como capacidad de intercambiar experiencias, proponiendo relecturas subjetivas de rituales, objetos o historias que están ahí pero pueden o necesitan ser recontados.

 

Algunos de los trabajos aquí presentados revisan acontecimientos históricos desde la óptica de los hechos menos conocidos, ésos que no figuran en los periódicos ni en los libros de texto. Obras donde la Historia (con mayúscula) es rebatida por un puñado de pequeñas historias. Sucesos caprichosos, historias urdidas capaces de enlazar lo cotidiano, lo poderoso y la denuncia con lo más sencillo. Trabajos que, a su vez, ponen de manifiesto el orientalismo2 con el que la historiografía tradicional y la actual se aproximan a las culturas remotas, que quizá no lo son tanto. Obras que evidencian las relaciones entre el poder y el conocimiento, en particular en las visiones europeas del mundo.

 

En este proyecto encontramos asimismo trabajos que indagan en el pasado para repensar el presente y mirar hacia el futuro. Obras que formulan diferentes relatos tras la realización de sendas investigaciones y que cuestionan los conceptos de archivo y patrimonio versus residuo.  El archivo se entiende como el conjunto de elementos que se han considerado relevantes y se decide mantener. No obstante archivar no es sólo mantener; también se trata de categorizar y, a la hora de favorecer la importancia de algunos documentos sobre otros, se está dejando fuera de ese sistema de categorización a otros tantos, que se convierten en residuos, en elementos inválidos, cuya extinción es casi inevitable. Pero, a veces, certos objetos, saberes y liturgias siguen existiendo marginalmente o en realidades remotas y en algún momento, pasan a formar parte del archivo. Algunas de las obras de la exposición plantean miradas críticas sobre el archivo, proponiendo nuevos sistemas de recuperación del residuo como elemento de valor para dar visibilidad a lo que ha sido ocultado.

 

Este proyecto no trata de establecer analogías, ni interpretaciones más o menos acertadas, sino de crear un serie de relatos que apelen al otro y revivan en el narrador el porqué de la comunidad  que se proyecta en sus historias, Porque seguir contando historias, modificándolas y descubriendo nuevas acepciones constituye el antídoto contra la esterilización de lo colectivo.

 

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1.- Comentario de B. Gallagher y A. Wilson en una entrevista con Foucault en junio de 1982 ("Sex, Power and the Politics of Identity", Advocate, 400 [agosto de 1984], pp.26-300.

 

2.- Ver Edward Said, Orientalismo, Madrid, Debate, 2002, y Cultura e Imperialismo, Barcelona, Anagrama, 1996.

 

 

Texto del catálogo de la exposición VIAJA Y NO LO ESCRIBAS (La Casa Encendida, Madrid) comisariada por Carolina Jiménez.

 

'No Place Like Home' . (London, 2015) Shoe Polish and Ink on paper.

 

NO PLACE LIKE HOME [No hay lugar como el hogar] se compone de una serie de dibujos y pinturas de Alain Urrutia. El punto de partida son unas parejas de dibujos y diagramas que el artista realizó con betún sobre mapas para memorizar las direcciones mientras buscaba casa nada más mudarse a Londres en 2014. En éstos aparecen anotados datos de las casas, números de contacto y precios que Urrutia fue recogiendo durante aquellos días. Las pinturas han sido realizadas para la exposición y suponen la conclusión reposada de dos años de viaje. Un recorrido no sólo temporal, sino también mental. El trabajo de Urrutia se caracteriza por su capacidad de generar un mundo de sensaciones en torno a lo oculto, a la incógnita, a lo que no está. Las imágenes que componen sus pinturas son referentes cotidianos y escenas rescatadas de su propia experiencia que aluden a una memoria colectiva descodificada. Un universo donde se combinan citas, música, referentes cinematográficos, sensaciones y experiencias.

 

Texto sobre el trabajo No Place Like Home en la exposición VIAJA Y NO LO ESCRIBAS (La Casa Encendida, Madrid).  

 

'No Place Like Home' . (London, 2016) Oil on copper, 33x25 cm each.